Dedicado a mi amigo antirutinario, Arnau Capó, (Esc)ric pels dos.
A mi amigo del alma,
le aconsejo
“no caigas en la rutina”.
Todos los días.
Qué ironía.
Dedicado a mi amigo antirutinario, Arnau Capó, (Esc)ric pels dos.
A mi amigo del alma,
le aconsejo
“no caigas en la rutina”.
Todos los días.
Qué ironía.
Un peso de conciencia
tan amargo
y pesado
que podría
ahogarme con él
en el Mar Muerto.
Si el amor es tu templo
y tú la pieza de museo,
me contemplo
el expolio eterno
de tu cuerpo
atrapado en estos versos.
La vid da vida
si en los posos dulces
se ahogan las moscas…
No lo llames ying
ni lo apellides yang
pero lo que te hace reír
mañana te hará llorar
y lo que te empuja a vivir
te empujará a matar.
He escrito cinco versos
he entrado en la ducha
los he releído
y me han parecido basura.
Será por la ducha.
Os recito este poema
desde el otro lado
cuando lleguéis
os recito el resto.
Me pregunto qué se me pasaría por la cabeza
el día que me
ring
llamaron
ring
y todavía me llaman
las voces de mi cabeza
pidiendo que les dé versos
de poetas incomprensibles
quizá
haya
algo
dentro
de mí
que entienda lo que no puedo escribir.
Un día las medicinas y el progreso
habrán conseguido tenerme vivo hasta el 2551
y caminaré solo algunas calles
hasta caer de rodillas sobre el suelo atómico,
delante de un Cristo suplicante sin plegarias en la bandeja de entrada de su mail,
y entonces podré decir que habré vivido una vida larga y fructífera
(hablando en materia espiritual)
pero no me escuchará nadie.
Nostalgia es la ira que se desata en mí,
reprimida por algún buen deseo
que no pude reprimir.